Suplementos en forma de gominolas: ¿a favor o en contra?

Seguro que os habéis fijado en que, de un tiempo a esta parte, los suplementos en forma de gominolas proliferan cada vez más en los lineales de farmacias, parafarmacias y grandes superficies. Sus vistosos colores y su variedad los hacen muy atractivos visualmente. Pero ¿cuán beneficiosos o perjudiciales son? Hoy vamos a analizar qué ventajas y desventajas presentan.

Ventajas de los suplementos en forma de gominolas

Veamos primero qué ventajas presentan los suplementos nutricionales en este formato de gominolas:

• 1. Son más atractivos. Es algo muy evidente: son coloridos y prometen un sabor agradable porque nos recuerdan a las chuches. Por tanto, este tipo de producto será más fácil de consumir para un niño, por ejemplo.
• 2. Si queremos una mayor adherencia al tratamiento, por tanto, y más en este colectivo infantil, los suplementos en este formato harán que aquella mejore.

Desventajas

Pero las desventajas que presenta este producto superan con mucho a las ventajas.

• 1. Presentan un problema de estabilidad. El excipiente (la sustancia inerte en la que se disuelve el principio activo que se integra en un medicamento o suplemento), que es la gelatina, pierde, al parecer, potencia con el tiempo.
• 2. Las cantidades indicadas no siempre coinciden con las anunciadas, según un estudio de ConsumerLab.com que se publicó hace unos años y que indicaba que las gominolas suelen tener más o menos cantidad de principio activo del que anuncian.
• 3. El azúcar o edulcorante que incorporan para que el suplemento parezca una chuche también comporta un peligro añadido, y es que el páncreas de la misma forma que cuando le damos azúcar: con un pico de insulina que nos anima a comer más. No solo eso: sabemos que los edulcorantes predisponen a la diabetes y empeoran la salud cardiovascular, tal como han mostrado numerosos estudios.
• 4. De la misma forma que estos suplementos favorecen la adherencia a un tratamiento, para un niño (y también para un adulto) existe la tentación de consumir esas gominolas como si fueran un dulce, por lo que corremos el riesgo de toxicidad por hipervitaminosis, por ejemplo. Hay vitaminas hidrosolubles que no comportan ningún peligro, pero otras, como la A, son liposolubles y, si bien son necesarias para el organismo, debemos consumirlas en cantidades precisas.
• 5. Por si esto fuera poco, se suma a todo ello la presencia de cannabinoides en algunas marcas, tal como informa periódicamente la Aesan. Un verdadero peligro.
• 6. Los suplementos en formato gominola llevan, tal como explican expertos como Boticaria García, menos cantidad de principio activo (vitaminas, minerales, etc.) que hay que rellenar con otras sustancias (azúcar, edulcorantes). Es decir, vamos a consumir un producto con ingredientes que no nos interesan para obtener menos cantidad necesaria del principio que sí nos interesa.

Entonces, ¿qué hacer?

Si nos atenemos a lo que comentan expertos y estudios, este tipo de suplementación no parece la más razonable. Un alto porcentaje de la población precisa de ciertos nutrientes que no obtiene mediante la dieta, tal como se mencionaba en un estudio reciente. Por tanto, parece evidente que la existencia de suplementos nutricionales es necesaria. Pero ¿en qué debemos fijarnos para adquirir los que son más adecuados?

• Que no contengan azúcar. No pocos suplementos nutricionales incorporan azúcar en su formulación. Esa azúcar oculta no nos interesa: está contraindicada en casos de diabetes y aumenta las ganas de comer o picotear en el resto de las personas.
• Que no tengan gluten ni lactosa, a los que se puede ser intolerante o alérgico/a.
• Que cuenten con la cantidad adecuada del principio activo que necesitamos. Tanto mucho como demasiado poco pueden perjudicarnos. Formulaciones ajustadas a nuestras necesidades: ni más ni menos.
• Que tengan una alta biodisponibilidad. O, dicho de otro modo, que su absorción sea eficiente por el organismo y sus nutrientes se aprovechen al máximo.
• Que sean seguros. Además de pasar todas las estrictas normas de calidad y sanitarias de Europa, que cuenten con un proceso de selección de nutrientes y de desarrollo del producto basados en la excelencia.

Y sí, obviamente la nutricosmética 180 the concept cumple con todos esos requisitos. Sus ingredientes, de la más alta biodisponibilidad, están seleccionados para mejorar las alteraciones para las que están concebidas cada una de sus fórmulas, cumplen de largo todos los registros y cuentan con las más exigentes certificaciones, de modo que puedes estar tranquila/o al usar cualquiera de nuestras fórmulas o planes.