Se acerca el frío y necesitamos recuperar la piel. El otoño y el invierno, contra lo que pudiera parecer, la estropean aún más. Los cambios bruscos de temperatura (calor en lugares cerrados, frío en el exterior) la resecan. Es el momento óptimo para que tenga sus niveles de humectación óptimos. Durante el verano la hemos sometido a sesiones de sol; en muchas ocasiones, a calor seco que la reseca todavía más; además, no solemos hidratarnos como debemos con el calor, lo que afecta especialmente a nuestra piel.
Ocurre también, en muchas ocasiones, que ese exceso de sequedad deviene en descamación. Pantorrillas, codos, rodillas…, sufren las consecuencias de esa falta de hidratación. Más allá de una cuestión estética, lo que en 180 the concept tratamos de hacer entender es que tras esa sequedad se oculta un problema interno. Por eso, por más mantecas y cremas corporales que utilicemos —que están muy bien—, si no mejoramos la condición que provoca esa sequedad difícilmente vamos a poder recuperar la piel. Pero vamos por partes.
¿Por qué se reseca la piel?
Son muchos los motivos que provocan la sequedad de la piel, aunque estos que cito a continuación serían los principales.
- Dañar el manto ácido. Nuestra piel tiene una barrera protectora de tipo ácido (hablamos de pH), y los jabones que solemos usar para la ducha contrarrestan ese efecto protector. Hay que preservar el manto ácido, por una parte, para evitar que la piel se reseque; por otra, para protegerla de agresiones externas, infecciones, etc. El exceso de agua en la piel, sobre todo si es caliente, rompe la capa de lípidos que la protege. ¿Quiere esto decir que no hay que ducharse o no con tanta frecuencia? En absoluto. Para recuperar la piel y su manto ácido lo mejor es ducharse con el agua tibia (o fría, si somos capaces de aguantarla), hacer duchas cortas y utilizar geles protectores de la piel o con un pH neutro.
- Medicación. Hay determinados medicamentos que contribuyen a resecar la piel. Entre ellos, los que se prescriben contra la hipertensión y los diuréticos: ambos fomentan la tasa de excreción de agua en nuestro organismo, y eso afecta a la piel.
- El sol. La exposición prolongada al sol tan típica del verano altera la función de la barrera cutánea. Pero, ojo: también ocurre lo mismo con el frío extremo. Por eso es tan importante ponerle solución a la piel seca y descamada ahora. Los mayores estragos los sufre la piel en los cambios de estación.
- Edad. Con el paso de los años, y si no hacemos nada para remediarlo, la piel pierde la capacidad de producir sudor y lípidos que la protegen. Eso deviene, junto con la pérdida de colágeno, en una piel cada vez más reseca y con tendencia a las arrugas.
- Cambios hormonales. Durante el embarazo y, sobre todo, durante la menopausia, la piel se reseca. En el caso del embarazo las alteraciones hormonales se mezclan con una demanda extra de agua; en la menopausia, la falta de estrógenos incide directamente en la sequedad de la epidermis.
- Dieta. Aquí quiero hacer especial hincapié, y luego vais a entender por qué, pues volveré a ello. Nuestra piel, y es algo que comento a menudo en el blog, necesita comer. Aportarle nutrientes a la piel es una de las grandes bases de la nutricosmética, y en 180 the concept lo sabemos. Pues bien: cuando nos ponemos a dieta, tenemos que vigilar que ciertos nutrientes esenciales no nos falten. La carencia de vitamina C y de ácidos grasos insaturados tienen como consecuencia una piel más reseca y menos elástica.
Podemos recuperar la piel… y te decimos cómo
- Tratamientos en cabina. Hay tratamientos en centros de estética avanzada que tienen como finalidad recuperar la piel. Rehidratarla, en definitiva. En dermatología se emplea a menudo el ácido hialurónico aplicado en mesoterapia (microinyecciones subdérmicas) para que la piel recupere el agua que le falta. Hacer un peeling corporal es un buen método para, al menos, arrastrar esa capa especialmente descamada y devolverle luminosidad a la piel. También puedes realizar peelings en casa.
- Escoger bien el tipo de crema. En verano, debido al calor y al sudor, solemos utilizar fórmulas más acuosas. Pero cuando llega el frío tenemos que recuperar toda la artillería. Hay que volver a fórmulas más untuosas, como las mantecas o las cremas corporales (y también faciales) con un mayor aporte lipídico.
- Beber abundante agua y líquidos. Cuando digo líquidos estoy, obviamente, eliminando los alcoholes, que producen el efecto contrario (son terriblemente deshidratantes). Zumos naturales y agua, infusiones, caldos desgrasados cuando entre el frío…, son excelentes opciones para mantener nuestro cuerpo en un nivel óptimo de hidratación. Nuestra piel lo va a agradecer.
- Vitamina C y ácidos grasos esenciales omega 3. Antes dije que volvería sobre estos dos nutrientes (y no será la última vez). Comienzo por la vitamina C. Es un antioxidante que elimina la acción de los radicales libres (responsables del envejecimiento); favorece la formación de colágeno, imprescindible para un aspecto luminoso, elástico y joven de la piel (es su mayor componente); pero además, reduce la inflamación, la aparición de manchas y la circulación, aspectos todos fundamentales para que nuestra piel esté perfecta. En cuanto al omega 3, ayuda a preservar la barrera grasa natural de nuestra piel, la nutre desde el interior y la conserva elástica e hidratada.
Con la nutricosmética 180 the concept tu piel estará perfectamente alimentada
El trío nutricosmético para reparar pieles secas o descamadas de 180 the concept cuenta precisamente con los dos nutrientes básicos para hidratar la piel. Pero no son los únicos. Lo que buscamos, por una parte, es equilibrar los déficits internos para devolverle la luz a nuestra piel, y por otro, aportarle dosis extra de sustancias 100% naturales que le den un plus de juventud.
-Nuestra fórmula e1 es rica en ácidos grasos esenciales omega 3; además, es aceite proveniente de pescado, lo cual lo hace mucho más interesante a nivel nutricional (en otro post explicaré por qué). La fórmula e1 está orientada a frenar y corregir el envejecimiento prematuro y a revertir el proceso de sequedad de la piel. No olvidemos que son «esenciales»; esto es, que nuestro organismo no puede desempeñarse sin ellos. Son imprescindibles, y con la nutricosmética 180 the concept nos aseguramos un aporte diario.
-La fórmula e4 es, en esencia, vitamina C, el otro nutriente en el que tanto hincapié he hecho a lo largo del post. Más concretamente, el Ester C, una forma especial de vitamina C que, por una parte, es menos ácida (lo cual la hace más asimilable) y, por otra, contribuye a la formación de vitamina C en el organismo, lo que duplica su efecto. Como ya os he comentado, la vitamina C es un iluminador natural de la piel; la rejuvenece y reduce los daños que provienen de las agresiones externas.
-Por último, contamos con nuestro maravilloso cóctel antiaging rv6. Esta mezcla de colágeno y ácido hialurónico es un poderoso aliado para mantener la piel en perfecto estado. Mientras que el colágeno es parte fundamental de este preciado órgano que cubre todo nuestro cuerpo, el ácido hialurónico, además, tiene la capacidad de captar el agua para mantener un perfecto nivel de hidratación.
¿Quieres recuperar tu piel tras el verano? La nutricosmética 180 the concept es tu aliado natural. Pide cita en tu centro certificado más cercano y, para conocer las experiencias de otras personas que acuden a nosotros, te sugiero que pinches en este enlace.