Si existe un deseo primigenio en el ser humano del cual podemos encontrar rastro a lo largo de toda la Historia del hombre, ése es -sin lugar a dudas- el deseo de la Eterna Juventud. Desde las alambicadas técnicas de belleza en el Antiguo Egipto -donde la vejez ya se escondía bajo pelucas fabricadas de pelo animal y cabello humano- hasta la sublimación de la juventud en novelas tan reseñables como «El Retrato de Dorian Gray», el hombre ha ido expresando (en la pintura, la literatura y otras manifestaciones artísticas) su «sed de eternidad» siglo tras siglo hasta llegar a nuestros días, donde ser joven y bello continúa siendo -en parte, por la presión social– un desiderátum individual y colectivo.
El deseo, pues, de ser cada vez más longevos y llegar al ocaso de la vida en pleno uso de facultades con el mejor aspecto posible, sigue concitando y reuniendo el esfuerzo de científicos, nutricionistas y otros adalides de la «cosa bella» en un afán por dotar al individuo de procedimientos y técnicas que, más allá de las convencionales intervenciones estéticas y médico estéticas, posibiliten alargar la calidad de la vida.
La Nutricosmética: Salud, bienestar y belleza
La Nutricosmética, que lleva años copando la atención de todos quienes apuestan por el famoso axioma «Como dentro es afuera» y nos recuerda que somos lo que comemos (y también cómo lo comemos), es una de las mejores fórmulas coadyuvantes de nuestros hábitos alimenticios a las que hoy tenemos acceso para no solo preservar la juventud funcional, tisular y celular de nuestro organismo sino para frenar -e incluso revertir- el proceso biológico del envejecimiento.
El uso combinado de vitaminas, oligoelementos y otras sustancias revolucionarias como el L-Triptófano o el potentísimo DHA contenido en el corazón de las algas, está demostrando que Saint-Exupéry tenía razón cuando decía por boca de El Principito que «Lo esencial es invisible a los ojos», y que existe todo un mundo microscópicamente infinito de salud, bienestar y belleza dentro de cada perla de Nutricosmética.
En «180 the concept», son muchas las propuestas de nutricosmética que, a estos niveles, realizamos cada día a nuestros clientes y centros distribuidores. Hoy nos permitimos recomendar una de nuestras fórmulas más queridas: el rv4, un potente cóctel de vitaminas empoderado con las virtudes del Ginseng, el Gingko Biloba y la Schisandra y aliado perfecto a la hora de combatir el envejecimiento.
Como siempre, exquisitamente presentado. Porque aunque -como El Principito-, también convenimos en que lo importante está en el interior, en «180 the concept» no podemos resistirnos a hacer de nuestro packaging una de las mejores cartas de presentación de nuestra Nutricosmética. Todas nuestras perlas bien lo merecen.