Decía hace algunos años nuestro extraordinario Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que «Sólo la alegría es garantía de salud y longevidad». Y, si bien es cierto que el bienestar de las neuronas y el cerebro está permanentemente influido por los procesos químicos que desata el optimismo, no lo es menos que una correcta alimentación o dieta es decisiva a la hora de mantenernos longevos, en plenas facultades y con una excelente calidad de vida.
No es ningún secreto a día de hoy que lo que comemos y el modo en que nos alimentamos decide muy mucho nuestra salud a corto, medio y largo plazo, y que una dieta balanceada, rica en nutrientes esenciales y correctamente distribuida a lo largo del día es -como también preconizaba el luminoso Hipócrates en la antigua Grecia- la mejor medicina que podemos aportar a nuestro organismo.
DIETA: SOMOS LO QUE COMEMOS
El correcto funcionamiento de todos nuestros procesos corporales depende, por tanto, de cuán equilibrada sea nuestra alimentación y de una correcta distribución de proteínas, hidratos de carbono, lípidos y nutrientes esenciales.
Los expertos en Nutrición y Dietética recomiendan consumir en nuestra dieta diaria: un 40% de hidratos de carbono, un 30% de grasas y un 30% de proteínas. Las carencias nutricionales de vitaminas, minerales, oligoelementos y aminoácidos provocan no solo una merma generalizada en nuestro organismo sino una profusión en la generación de toxinas, acumulación de grasas y líquidos, así como una paulatina pérdida de luminosidad e hidratación en la piel.
LOS PILARES DE NUESTRA SALUD
Proteínas
Imprescindibles para la construcción de los tejidos. Sin estos «ladrillos» esenciales, el cerebro no puede realizar bien sus funciones. Las encontramos, preferentemente, en pescados blancos y azules, carnes magras y proteínas vegetales como la soja.
Hidratos de Carbono
Son la principal fuente de energía para todas las funciones corporales: termorregulación corporal, ejercicio, digestión, asimilación de nutrientes… etc. Podemos encontrar importantes fuentes de hidratos de carbono en cereales como la avena, y también en legumbres, frutas y verduras.
Lípidos o Grasas
Constituyen nuestro principal material energético de reserva. Nos aislan del frío y actúan como envoltorio aislante de los órganos internos. Optar por aceites vegetales como el aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío y frutos secos como las nueces y semillas.
Nutrientes Esenciales
Todos aquellos que el organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo, y que tienen que ser aportados a través de la dieta y la Nutricosmética.
Por ello, las tres líneas de Nutricosmética de 180 the concept (ESSENTIALS, REVITALISING y HEALING) han sido formuladas para implementar todas las carencias que -de alguna manera- son consecuencia de los -muchas veces- erróneos hábitos alimenticios actuales. Su ingesta, acompañada de una dieta saludable, balanceada y con una justa proporción de nutrientes diarios, nos mantendrá sanos, jóvenes, en forma y, por supuesto, bellos.
Por dentro y, de manera subsidiaria, por fuera. ¿Te apuntas?…