El antienvejecimiento es una de las asignatura a la que las famosas, y las no tan famosas, prestan más atención. Cuando Madonna habló de su secreto para estar tan joven (al margen de sus intervenciones quirúrgicas y la práctica continuada de deporte), la venta de cápsulas con antioxidantes se disparó. En realidad mucho antes, en Estados Unidos, estaba de moda tomar entre 4 y 9 pastillas diarias a base de vitaminas. Pero esta frase de Madonna hace 10 años fue quizá un punto de inflexión para que en todas partes del mundo a las que llegaba su música, nos interesáramos por las pastillas antienvejecimiento.
La Nutricosmética tuvo un antes y un después a estas declaraciones de la reina del Pop. Es habitual que estas personas con tantísimos seguidores, con una credibilidad tan alta, hagan que ciertos sectores económicos crezcan o se hundan (cuando Oprah Winfrey hizo unas declaraciones sobre su veganismo, cayeron las ventas de carne en todo el país). ¿Y qué pasa cuando un famoso dice algo en esta línea? Que la gente se vuelve loca y empieza a comprar o dejar de comprar. Pero lo cierto es que, cuando baja la marea y las aguas vuelven a su cauce, es decir, cuando no hay tanto ruido, se puede escuchar mejor lo que dicen los expertos, sin tanta frivolidad ni sensacionalismo. Y lo cierto es que, diez años después, la nutricosmética sigue siendo tendencia, lo cual convierte a Madonna en una precursora de eso que llamamos tratamientos antiaging.
Tratamientos antienvejecimiento
Desde la Antigüedad el ser humano sabe que la comida tiene un efecto decisivo sobre su humor, su piel, su aspecto, su salud y su belleza. Somos lo que comemos. Pero en tiempos como los actuales en que hemos perdido la capacidad de producción de la materia que comemos y en que nos cuesta llevar un control de los componentes que habitualmente ingerimos, se hace casi necesaria, y, en todo caso, mucho más cómoda, la ayuda de un suplemento nutricional. Por otro lado la dieta más cuidada suele tener carencias.
A eso tenemos que sumarle también los dos grandes enemigos de la salud en la vida moderna: el estrés y el sedentarismo. Vivimos en continuo movimiento, sin parar, siempre con prisas. La casa, el trabajo, los niños, la pareja… Y nos olvidamos de meter en esa ecuación el gimnasio, siendo el deporte una de las grandes claves de la salud. O peor: lo metemos, y eso nos provoca más estrés porque nunca llegamos. Es necesario añadir a todo esto un suplemento alimenticio.
Son antioxidantes básicos colágeno y ácido hialurónico, así como las vitamina C y E. Otros componentes, como el omega 3 o el ácido alfa lipóico, completan las diferentes fórmulas que actúan directamente para lograr unos objetivos de antienvejecimiento.
La nutricosmética nace como respuesta al interés por aportar al cuerpo los nutrientes necesarios para la salud y la belleza. El dr. Manuel Jiménez Ucero, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Terapéutica y Nutricosmética, da una definición simple y clara:
La nutricosmética es la intersección entre la alimentación y el cuidado personal.
No solo complementa la alimentación y la nutrición, sino los cuidados cosméticos, que, cuando son tópicos, no llegan a las células profundas de la piel. Los productos nutricosméticos suplen un amplio abanico de carencias y alteraciones estéticas. El antienvejecimiento puede pararse y minimizarse, si incorporamos en nuestras rutinas del día a día las fórmulas adecuadas que favorezcan un tratamiento antiaging.
Lo ideal es que un plan de complementos alimenticios que afecten al antienvejecimiento sea personalizado y medido. No todos tenemos las mismas necesidades ni seguimos la misma dieta. De la misma forma que no tenemos el mismo grupo sanguíneo, tampoco tenemos el mismo metabolismo, y lo que sirve para unos no es efectivo para otros. Acudir a un profesional de nutricosmética asegura que la rutina diaria se convierta en un éxito. Bien realizado, este tratamiento antiaging puede suponer grandes mejoras en nuestro estado anímico y nuestro aspecto: es posible mejorar el estado de piel y cabello, aumentar la energía y equilibrar hormonas… los suplementos pueden proteger el sistema circulatorio, ayudan a drenar, a adelgazar, a descansar…
Cada suplemento debe adecuarse al problema y momento vital de cada persona. Estos tratamientos actúan desde el interior, por lo que empieza desde lo más profundo a corregir alteraciones estéticas producidas por el proceso del envejecimiento. E6, por ejemplo, está especialmente diseñado para remodelar la figura y evitar la acumulación de grasa abdominal propia de la menopausia.