Muchas veces nos preocupamos por si desarrollaremos o no algún tipo de enfermedad de componente genético, o tememos cómo será en nosotros el proceso de envejecimiento de nuestro organismo. Hasta hace bien poco parecía que todo ello no estaba en nuestras manos, como si fuese un destino genético en el cual no teníamos participación activa, pero gracias al desarrollo de la investigación médica se va poniendo a la luz la incidencia de nuestros hábitos y nuestra dieta en el desarrollo de ciertas enfermedades y el modo que tendremos de envejecer.
La inflamación celular
Una de las personas que ha contribuído a desterrar la creencia de un destino genético irrevocable y la importancia de la alimentación adecuada, es el Dr. Barry Sears.
El Dr. Sears dedicó muchos años al estudio de los lípidos presentes en el organismo como modo de tratar de prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas, muy presentes en su carga genética familiar. Tras largos años de estudio pudo comprobar como el aumento de la inflamación celular tiene una relación directa con el desarrollo de enfermedades crónicas, como diabetes, dolencias cardiacas, cáncer, trastornos neurológicos, y la aceleración del proceso de envejecimiento.
La pregunta ahora es qué produce ese proceso silencioso y asintomático de la inflamación celular. Parece ser que los factores desencadenantes de este proceso de inflamación celular son una mala alimentación, sedentarismo o ejercicio de muy alto rendimiento, además del stress.
Pero todo esto puede ser revertido con unos hábitos saludables y una dieta equilibrada, como la dieta de la Zona del Dr. Sears, defendida por nutricionistas como Gema Cabañero y la nutricosmética adecuada. Si quieres saberlo todo sobre la nutricosmética, estás en la web adecuada.
El Dr. Sears propone una Zona de equilibrio hormonal y metabólico, por medio de una alimentación que trata de equilibrar la producción de insulina, y propone un aporte notable de aceite omega 3 purificado para favorecer la producción de eicosanoides y así evitar la inflamación celular.
Éstas son unas hormonas informadoras y restauradoras demúltiples funciones celulares, y relevantes interventoras de nuestro inflamado organismo.
Ésta dieta, además de buscar un equilibrio entre el aporte nutricional de cada comida: 30% proteínas, 30% grasas y 40% hidratos de carbono, recomienda el consumo de ácidos grasos esenciales. La ingesta de ácidos grasos Omega 3 , deben ser purificados y a dosis altas, superiores a dos gramos y medio diarios. Los Omega 3 son la materia prima necesaria para una producción “medicamentosa” de eicosanoides en sangre. Como ejemplo puede citarse el aceite de pescado azul concentrado y refinado, exento de residuos mercuriales y otros tóxicos. En la fórmula E1 de la nutricosmética 180 the concept podemos encontrar éstos ácidos grasos como la base de su formulación.
Siguiendo esta dieta junto con los complementos nutricionales adecuados, lograremos aumentar nuestra capacidad antioxidante y reducir la aparición de radicales libres – fundamental para ralentizar el proceso de envejecimiento- optimizaremos el funcionamiento del sistema inmunológico y ayudaremos a mantener estables los niveles de glucosa e insulina, además de controlar los eicosanoides proinflamatorios y la inflamación celular.