El exceso de vitaminas

Las vitaminas son nutrientes esenciales indispensables para que el cuerpo funcione correctamente. En ocasiones no se consumen suficientes, lo que puede derivar en una hipovitaminosis que, entre otros síntomas, provoca envejecimiento prematuro, disminución de las defensas, dificultades circulatorias etc… Para evitarlo es necesario llevar una dieta rica en frutas, verduras, cereales y en ocasiones, ayudarnos de suplementos.

Sin embargo es tan malo un exceso de vitaminas como un déficit, ya que pueden resultar tóxicas para el cuerpo. Provocar un exceso de las mismas consumiendo alimentos naturales es complicado, pero generar este problema tomando suplementos es más habitual. Por esta razón es muy importante que este tipo de productos no se ingieran a la ligera, sino por recomendación de un especialista tras un diagnóstico personalizado.

El exceso de vitaminas

Estos son algunos de los problemas que pueden originar las vitaminas más comunes si se consumen en exceso:

– Vitamina C: ayuda a reforzar nuestras defensas, pero si se toma demasiado puede producir problemas digestivos e intestinales.

– Retinol: una dosis no recomendada puede causar problemas como la fatiga, náuseas, dermatitis o estreñimiento.

– Vitaminas del grupo B: en demasía pueden traer problemas como la urticaria, también causada por un exceso de ácido fólico.

– Vitamina D: puede traer consecuencias graves si se consume sin control de un especialista porque produce una calcificación de los tejidos blandos y frena el crecimiento.

– Vitamina E: dolores abdominales, náuseas y alteraciones en la coagulación sanguínea.

La nutricosmética ha sido desarrollada para que nuestro cuerpo perciba aquellas sustancias que produce en menos cantidades gracias a un conjunto de nutricionales, vitaminas y minerales que nos aportan y que tienen también una influencia directa en nuestro aspecto físico. Además numerosos estudios han demostrado que el consumo de suplementos alimenticios desempeña un papel importante en el desarrollo de la salud de las personas, ¡pero no hay que pasarse!